jueves, 16 de febrero de 2012

 Contraje matrimonio con la holandesa Suzanne Leenhoff, con quien había tenido un hijo ilegítimo poco antes. En 1865 volvi a escandalizar con la obra Olympia, en la que repeti el tema del desnudo femenino y aumente aún más la intensidad de la luz ambiental, al tiempo que diluía el contorno de figuras y objetos hasta lograr imágenes prácticamente bidimensionales. Denegada mi inclusión en la exhibición pictórica que se realizó con motivo de la Exposición Universal de 1867, improvise una exposición callejera de varias de mis obras más recientes que fue recibida con indiferencia.

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